lunes, 18 de mayo de 2015

¿Sabías que...?

Todos conocemos la terminología básica de la indumentaria, sabemos a qué se refiere cuando leemos la palabra corsé, enaguas, calzón, casaca, jubón,... son palabras que debido al cine o a la propia cultura general tenemos en la mente y somos capaces de asociar perfectamente a una imagen.
Pero hay otras partes de la indumentaria, tanto femenina como masculina del s. XVI que ni se nos ocurriría nombrar y que tienen, en realidad, nombres bastante curiosos.

A continuación os dejamos algunos ejemplos.

  • Tassel - Pieza de tejido rigido para tapar el pecho a modo de triángulo invertido.
  • Basquiña - Prenda interior tipo corsé de material rigido, que oprimía la parte superior del cuerpo femenino y proyectaba el pecho hacia arriba y lo aplanaba.
  • Agujetas - Especie de cordón o cinta que se usaban para sujetar las calzas a la cintura del jubón o las mangas desmontables a la sisa de un jubón o un cuerpo.
  • Bragueta - Accesorio importante, remarcaba la ingle masculina, se llevaba en la entrepierna como un triángulo protector con relleno e iba sujeto al jubón.
  • Jarreteras - Finas cintas anudadas por encima de la rodilla, que sujetaban las medias.


domingo, 17 de mayo de 2015

Una compañera muy elegante se nos ha unido en la recta final

A pocos días de la ansiada exposición del proyecto en clase ya tenemos en nuestras manos el traje tan deseado. En menor tamaño tamaño debido al presupuesto y el tiempo, pero lo hemos conseguido. A pesar de que hubiéramos estado encantadas con poder hacer diversos trajes, ni los recursos económicos ni el tiempo material estaban de nuestra parte, pero la ilusión y el aprendizaje que nos llevamos con este trabajo ha compensado eso.

Queremos dedicar esta entrada a Vicente Javier Carvallo Cruz, un aclamado cosplayer (término usado para aquel que confecciona y se pone trajes y disfraces de personajes de literatura, videojuegos o series) que ha elaborado el traje con una maestría, una profesionalidad y una rapidez que nos ha dejado impresionadas; a Jennifer Salas Silva, estilista profesional y estudiante de Diseño, quien ha elaborado los bocetos de los trajes; y también agradecer a la empresa Teleboton cosmaker & creative art, que nos cedió el maniquí para poder realizar este proyecto. Muchas gracias a todos por facilitarnos y ayudar a llevar a cabo este proyecto.

En cuanto el martes llevemos a cabo la exposición en clase podréis disponer del maniquí con el traje en la Facultad de Historia y Geografía de la Universidad Complutense de Madrid, en cuyo hall tendrá cabida la exposición en forma de carteles la información y los bocetos de los trajes de los países más importantes del s.XVI.

Por último, nos despedimos con una foto del traje en forma de avance. Y no, no es una foto de cuerpo entero, alguna sorpresa debíamos guardarnos. Si queréis verlo entero ya sabéis donde encontrarlo. Esperamos que si os animáis a ir a ver la exposición, la disfrutéis.


¿Sabías que...?

¿…los hombres tenían una verdadera obsesión por aumentar partes de su cuerpo de tamaño?

Bueno, aunque sólo fuera a simple vista. Esta obsesión llegó a convertirse en una moda, pues los hombres comenzaron a llevar sus abrigos con heno y paja para que su cuerpo pareciera tener mayor envergadura. Y la cosa no acabó ahí, porque del abrigo pasaron a las hombreras y las mangas y, finalmente, acabaron rellenando también la parte de la entrepierna. A este hecho debo añadir que las calzas dejaron de usarse en virtud del uso de las medias, que sujetaban mejor el triángulo rellenado con heno y que ayudaba a acentuar la forma de la entrepierna. Está claro que las mujeres no eran las únicas en querer realzar sus atributos.


¿…cada elemento tiene su razón histórica?

En nuestra exposición estará explicado cómo los vestidos femeninos tenían alguna apertura a través de la cual se pudiera intuir las enaguas y en el caso de los hombres el forro de la vestimenta. Lo curioso es el aspecto histórico de ello. Estas “rasgaduras”, llamadas “acuchillados” es una conmemoración de la victoria contra los suizos a finales del siglo XV, donde el ejército inglés rasgó los estandartes y las tiendas de campaña y usaron los jirones de tela para colocárselos sobre su ropa, dejando entrever debajo sus propios ropajes.


También es destacable el uso de pañuelo y del abanico, elemento que trajo Cristobal Colón a modo de regalo y que favoreció las influencias entre España e Inglaterra. Los abanicos tenían formas y los colores de las banderas de sus países, y el pañuelo fue un elemento tanto para hombres y mujeres que denotaba la clase alta de quien lo portaba, fue un elemento de distinción de rango hasta tal punto que se prohibió el uso del pañuelo a las clases de la población más pobres. 

sábado, 16 de mayo de 2015

¿Sabías que...?

¿... hay un periodo en el que se impone la moda de vestir de color negro?


Con la llegada de Carlos I al poder se produce un cambio en la indumentaria en el que predomina la total ausencia de color. Heller explica que fue un siglo lúgubre en el que el atuendo femenino dio un giro y empezó a volverse cada vez más y más pudoroso: "Los colores desaparecieron cuando España llegó a ser una superpotencia y el negro dominó durante los reinados de Carlos I y Felipe II. Además, la moda del negro español era recatada como ninguna lo fue antes y como ninguna lo fue después".

jueves, 14 de mayo de 2015

Referencias cinematográficas

El cine, también categoría artística, nace como espectáculo, con la función de entretener y divertir al espectador; pero para nosotros, el arte puede significar mucho más que mero entretenimiento, pues también parte, en muchas ocasiones, de una parte didáctica, que nos sirve para completar nuestros espectro del conocimiento, pues nos permite observar, en sus recreaciones históricas o de épocas pasadas, una visión completa y de conjunto, no solo de la historia o el momento en cuestión, sino que nos permite una visión algo más cercana al arte, la arquitectura y estética de las ciudades de ese momento, así como a las costumbres, vestuario,...
Pero siempre debemos tener en cuenta que el cine es siempre una recreación, más o menos fidedigna y no 100% fiable.
Los tiempos pasados y la historia en general, siempre ha sido un tema que ha preocupado al hombre y que se ha reflejado en el cine, permitiéndonos encontrar innumerables películas que tratan temas que van desde la prehistoria hasta tiempos actuales, pasando por cada una de las épocas intermedias y el siglo XVI no escapa a estas inquietudes.
Por otro lado, debemos tener en cuenta, que desde la transición con la Edad Media y hasta que finaliza el s. XVI, la moda al vestir está en continuo cambio y evolución, hasta llegar a los trajes del s. XVII, que se mantienen en el imaginario colectivo como estética de la Época Moderna; y son precisamente estos cambios y evoluciones, lo que dan una mayor dificultad al estudio del vestuario del momento.

A continuación dejaremos una serie de películas que recrean este siglo y que muestran, de manera más o menos acertada los trajes de este siglo, dándonos una idea general del vestuario del momento.
Juana la Loca - 2001 

Los Tudor (serie tv) - 2007-2010

Las hermanas Bolena - 2008

La princesa de Éboli - 2010

La princesa prometida - 1987


Lope - 2010

Elizabeth -1998

Lady Jane - 1986


Lutero - 2003

Shakespeare in Love - 1998


El mercader de Venecia - 2004


La reina Margot - 1994

Ana de los mil días -1969

miércoles, 13 de mayo de 2015

¿Sabías que...?

En la indumentaria turca, el traje femenino no era tan diferente del masculino por el corte o la forma de éste, si no , principalmente, por los tocados y los adornos. 

Las mujeres también usaban pantalones largos muy anchos y sujetos a la cintura con un cordón y fruncidos y cerrados en los tobillos. Esto se conjuntaba con una camisa que podía ir tanto encima como debajo del pantalón. 

Esta camisa se confeccionaba en hilo blanco o con telas muy suaves y ligeras de diversos colores, aunque también era común el uso del negro. Solían tener bordados de seda en el cuello y las bocamangas, además de encajes en la abertura del pecho. Debajo de la camisa se usaba un camisolín muy escotado cuyo largo se extendía hasta las rodillas y que no solía tener mangas.

Sobre toda esta ropa se colocaba un sayo que caía hasta los tobillos y que podía ser con mangas cortas y anchas o con mangas largas y ceñidas. 

Las mujeres, a diferencia de los hombres, usaban velos de gasa o de muselina blanca.Este velo se fijaba en la gorra y se echaba por la cara, dejando visibles sólo los ojos, y se volvía a fijar en el punto de salida.

sábado, 2 de mayo de 2015

Un Paso Más

Poco a poco se acerca la fecha de entrega del proyecto y estamos muy nerviosas y a la vez emocionadas. Ya no nos quedan prácticas en grupo para poder hacer puestas en común, por lo que nos estamos encargando de las tareas encomendadas a cada miembro del grupo en la última práctica y, al mismo tiempo, manteniéndonos en contacto continuo para informarnos de cada novedad y avance por separado hasta que nos volvamos a reunir para montar todo el trabajo final y preparar la exposición.

Por eso mismo, este jueves, aprovechando que las clases terminaban temprano y que el viernes era festivo, por lo cual no tendríamos trabajo añadido para el día siguiente, dos de nosotras volvimos a acercarnos a la Biblioteca del Museo del Traje, réflex en mano, para realizar las fotografías de las láminas que vamos a usar en los paneles expositivos que acompañaran al traje.
Trabajábamos de nuevo con los tomos del s. XIX con los que ya habíamos trabajado en anteriores visitas. Es sorprendente como aún nos sigue fascinando e impresionando el trabajar con estos hermosos tomos, es casi apabullante la sensación de maravilla y al mismo tiempo aprensión por tocar los libros, temiendo que algo pudiera pasarle a los libros mientras trabajábamos con ellos y realizábamos las fotografías.

El trabajo del jueves no acabó con la visita a la Biblioteca, pues por la tarde habíamos acordado que me encontrara con la persona que se encarga de hacer el vestido, pieza principal de nuestra exposición para comprar todas las telas que necesitabamos y así poder empezar con lo fundamental del proyecto. 


Nos llevó un rato sopesar las cantidades exactas necesarias, así cómo qué telas elegir y en qué colores. Una vez conseguidas las diferentes telas, encajes, etc, esto empieza a sentirse mucho más real. Estamos impacientes por ver el traje finalizado.